Manipular las joyas con delicadeza para evitar daños.
No usarlas al hacer actividad física o para dormir ya que se pueden golpear, rayar, enganchar, etc.
No exponerlas a productos de belleza o limpieza, estos pueden dañar la superficie y alterar su color.
Cuando la pieza no esté en uso, guardarla en su packaging en un ambiente fresco y seco.
Con el paso del tiempo los metales se oxidan y muestran un color más avejentado y oscuro.
Se pueden limpiar con un paño limpia metales o con un cepillo de dientes de cerdas suaves, agua tibia y bicarbonato de sodio.
También es posible que con la fricción del uso, se pulan de forma natural y obtengan más brillo.
Si tenés una consulta específica del cuidado de tu pieza, mandame un mensaje desde la sección Contacto o por whatsapp (botón verde, abajo a la derecha).